Asertividad ¿y eso qué es?
¿Te ha pasado alguna vez que estando molesto/a con alguien quieres expresar algo y lo terminas haciendo de una forma agresiva y descontrolada incluso llegando a perder los papeles?, o al revés ¿te reprimes y te callas (o expresas lo justo) para evitar el conflicto? ¿Te resulta difícil en ocasiones expresar lo que sientes, piensas y deseas de manera clara?
Cuando hablamos de asertividad nos referimos a la capacidad de expresar lo que se quiere manifestando las propias ideas, comunicando nuestras emociones y además permitimos a los demás comunicar las suyas. La comunicación asertiva es apropiada, directa, abierta y honesta, y aclara las necesidades de la otra persona. La asertividad es algo natural para algunos/as, pero otros/as no es tan fácil.
¿Cuántas veces dejas de decir algo que deseas? O al contrario ¿cuántas veces expresas más de lo que quieres porque necesitas dar explicaciones? O simplemente ¿lo haces de un manera que no es la que te gustaría?. A veces nos movemos en los extremos: de la agresividad a la pasividad. Bien imponiéndonos o bien cediendo, callando y lamentándonos, entrando en el papel de víctima.
Lee las siguientes frases y cuenta las veces que contestas “SI”.
- Estoy cómodo/a conociendo a gente nueva en situaciones sociales.
- Soy capaz de decir no sin sentirme ansioso/a o culpable.
- Puedo expresar sentimientos fuertes cómo ira, frustración o desilusión.
- Puedo fácilmente pedir ayuda e información a otras personas.
- Me siento capaz de aprender cosas nuevas y hacer cosas nuevas.
- Soy capaz de reconocer y asumir la responsabilidad de mis propios errores.
- Puedo discutir mis creencias sin juzgar a quienes no están de acuerdo conmigo.
- Soy capaz de expresar mi opinión sincera a los demás incluso si no están de acuerdo.
- No me cuesta decirle a otros/as cuando su comportamiento no es aceptable para mí.
- Puedo expresar mis creencias incluso cuando la mayoría está en desacuerdo conmigo.
- Creo que mis necesidades son tan importantes como las de los/as demás y deben ser consideradas.
- Defiendo mis creencias aunque la mayoría no esté de acuerdo conmigo.
- Puedo expresar ira o desilusión sin culpar a los demás.
- Estoy cómodo/a delegando tareas en los demás.
- Valoro mi propia experiencia y conocimiento.
¿Cuántas veces contestaste “SI”? Si lo has hecho más de diez veces, te puedes considerar una persona consistentemente asertiva. Si has contestado menos de diez, te queda camino por recorrer. La buena noticia es que la asertividad se aprende, al contrario de lo que se suele creer no es un rasgo de la personalidad que nos viene dado.
Si sigues leyendo se te hará más fácil conseguir una comunicación más asertiva y por lo tanto efectiva.
¿Qué debo hacer para tener comunicación Asertiva?
La fórmula en la que se basa la asertividad en realidad es muy fácil:
ASERTIVIDAD= ME RESPETO+ TE RESPETO. Aún así te doy a continuación una guía para falicitarte el camino hacia su consecución.
1. Reemplaza tus pensamientos negativos. Evita pensar cosas como “Soy un mal amigo/a por no dejarle dinero a mi colega” y cámbialo por una visión más positiva y personal como “merezco que me respeten y no puedo dejarle dinero a alguien que nunca me lo ha devuelto”.
2. Recuerda que la gente no puede leerte la mente. No saben que esperas o que te molesta aunque a ti te parezca más que evidente. Si quieres que tengan en cuenta tus necesidades y deseos debes expresarlos claramente.
3. Empieza a decir no. Quizás al principio puede que te sientas inseguro/a y te provoque incluso algo de ansiedad. Aquí te explico como hacerlo sin dejar de ser considerado/a. Es importante que entiendas que si alguien se siente decepcionado por tu respuesta, tu no eres culpable de su reacción, cada cual ha de saber gestionar sus emociones y frustraciones. Todos/as tenemos derecho a pedir pero tambien a negarnos.
4. Se siempre lo más directo/a que puedas. Vete al grano, se simple y directo/a. Además de conocer cuál es tu objetivo real en esa situación, debes ser capaz de transmitir exacta y detalladamente lo que quieres y no una vaga idea general, o la situación probablemente se te escape de las manos.
5. Usa el lenguaje y el tono corporal. Muestra seguridad. Establece contacto visual y asume una posición corporal relajada y un tono de voz claro y sostenido. Trata de tener una expresión facial neutral o positiva en todo momento.
6. No te disculpes por expresar tu necesidad o deseo. Deja a un lado los sentimientos de culpa y no tengas vergüenza al expresar lo que necesitas. No tienes porque pedir disculpas para agradar o perderte en justificaciones cuando demandas algo, pero siempre hazlo de forma educada.
7. Utilliza el “YO”. Habla en primera persona. Utilizar un vocabulario asertivo“Yo pienso”, “Yo siento”, “Yo quiero”. Al utilizar el “yo” podrás emitir lo que estás pensando sin culpar a los demás. Por ejemplo, utiliza “yo no estoy de acuerdo” en lugar de la frase “Estás equivocado/a”.
8. Añade motivos a lo que pides. Cuando pidas algo que quieres conseguir explica también tus motivos. Dar motivos es una excelente forma de reducir las probabilidades de que te rechacen. Tu interlocutor/a verá que hay un razón real que sustenta tu petición, y que no es un capricho tuyo. Recuerda que una cosa es dar motivos y otra cosa es justificar tu demanda para agradar al otro.
9. Controla tus emociones. Si sientes que tus sentimientos se pueden apoderar de tus decisiones, espera unos segundos para calmarte y expresar tus pensamientos de una forma coherente y tranquila. Respira profundamente y emite una voz tranquila y firme.
10. Mantén la calma. Si tu interlocutor/a está en desacuerdo no te pongas a la defensiva pero tampoco evites el posible conficto. En una resolución de conflictos hay que dejar expresar el enfado y la frustración sin gritos y sin ofensas, eso se hace diciendo: me molestó, me dolió, me ofendió…para luego poder encontrar las alternativas de solución que agraden a ambas partes.
11. Comienza con algo pequeño para practicar tu asertividad. Cuando tengas ocasión, en una situación del día a día. Por ejemplo si vas a comprar una barra de pan y la persona que te atiende te da mal la vuelta. No evites la situación, manda de vuelta el error, hazle saber que te dio mal el cambio. Si te dice que no es así, manifiesta tu opinión y explica porque tienes la seguridad de ello. Practicando en estas pequeñas situaciones cotidianas verás que no pasa nada terrible y que al día siguiente cuando vuelvas a por el pan, te seguirán atendiendo de la misma forma que en ocasiones anteriores.
¿Por qué me conviene comunicarme de forma asertiva?
- La principal razón es para que te valores, para que no sientas que cualquiera puede hacer contigo lo que quiera si es que sueles ser pasivo a la hora de comunicarte.
- Evita perder el tiempo, las energías y las emociones en malos entendidos, además de peleas innecesarias que dañan cualquier tipo de relación.
- Te proporciona herramientas para entender mejor lo que es importante para ti y para los demás, haciéndolo más inteligente emocionalmente.
- Permite concentrarte en tus metas y te brinda un ambiente cotidiano agradable y relajado, con menos estrés.
- Ayuda a crear relaciones sólida y sanas.
- Te hace un mejor ser humano, feliz contigo mismo/a y con los demás.
Por todo ello comienza a practicar ya la asertividad!!!