Relajación infantil: Técnica Koeppen

Lá técnica de Koeppen es uno de los métodos de relajación más utilizados y efectivos cuando hablamos del manejo de la ansiedad en los/as más pequeños/as.

1. ¿Por qué practicar esta técnica? La ansiedad y el estrés no sólo nos afectan en nuestra vida adulta. Con entrenamiento este tipo de relajación muscular proveemos a los niños/as de una útil  herramienta para que detecten cuando están tensos/as. De esta manera podrán relajarse ellos/as mismos/as en situaciones que les generen ansiedad o miedo. También ayudamos al desarrollo de su inteligencia emocional y al mismo tiempo les inculcamos hábitos saludables que podrán poner en práctica a lo largo de su vida.

2. ¿Cuáles son los beneficios? La puesta en práctica de la técnica de relajación de Koeppen de forma continuada les ayudará en:

• Detectar y disminuir la ansiedad.
• Disminuir la tensión muscular y emocional canalizando su energía.
• Mejorar el reconocimiento y manejo de sus propias emociones.
• Mejorar la concentración y la memoria.
• Mejorar la calidad de sueño (dormirán antes y mejor).
• Aumentar su autoconfianza y autoestima.
• Mejorar en general su bienestar físico y emocional.

3. ¿En qué consiste? La técnica de Koeppen consiste en enseñar a los/as  niños/as a reconocer el nivel de tensión muscular que experimentan en las distintas partes de su cuerpo. Esto lo harán a través del entrenamiento mediante ejercicios de tensión y relajación de diversos grupos musculares. Aprender a identificar cuáles son esos músculos y reducir su tensión disminuirá la sensación subjetiva de ansiedad.

Es una práctica breve, sencilla y dinámica que incluye ejercicios de visualizaciones, lo que la convierte en una actividad divertida  ya que se puede presentar a modo de juego.

4. ¿Para que edades está recomendada? La técnica de Koeppen se usa con niños/as muy pequeños/as. Desde que pueden seguir órdenes hasta aproximadamente los 10-11 años. A partir de esta edad, las demandas pueden resultarles muy infantiles y por ello pueden desmotivarse.

5. ¿Qué hemos de saber antes de empezar a practicar? Es importante que el  niño o la niña conozca la utilidad de esta herramienta. Para presentársela debemos darle una explicación. Ésta se debe realizar a partir de emociones y estados de ánimo que ya sabe reconocer. Podríamos introducir la técnica de la siguiente manera:

“Cuando estás nervioso/a o cuando te enfadas o cuando te cuesta dormir, tus músculos se tensan sin que te des cuenta. Eso te hace estar muy incómodo/a. Si consigues aprender a relajarte, cuando estés nervioso/a o enfadado/a o te cueste dormir, podrás controlar esa tensión y enseguida te sentirás mejor.”

Una vez que haya comprendido lo anterior podremos comenzar con el ejercicio.

Es necesario destacar que que el niño/a necesita práctica y supervisión durante la adquisión de esta técnica al igual que la necesitaría para cualquier otra nueva habilidad. Así que nuestro papel es el de acompañarle durante todo el proceso hasta que  sea capaz de realizarlo por sí mismo/a.

6. ¿Cómo se practica? Cuando se inicia el programa se irán ensayando progresivamente los grupos musculares a relajar, trabajando tres grupos de músculos como máximo. La relajación, sobre todo al principio, no ha de superar los diez minutos. En ningún caso el niño debe cansarse o vivir la relajación como una tarea aburrida, por lo que el número de grupos musculares a trabajar se decidirá en función de la evolución del pequeño para que la actividad no resulte tediosa.

Cuando ya el niño ha dominado cada fase de tensión-relajación, se pueden ir tensando grupos a la vez  para disminuir el tiempo de práctica. Así podemos unir:

• Manos, antebrazo y brazos.
• Frente, nariz, mandíbula.
• Cuello, hombros y estómago.

Debemos tratar de conseguir que los niños asocien tensión con incomodidad y relajación y bienestar con comodidad, por ello deberán estar tumbados en un lugar confortable y  con ropa adecuada.

Además es importante usar el refuerzo positivo durante la relajación. Le diremos a menudo que lo están haciendo muy bien.

Se puede usar música tranquila para reforzar la sensación de calma y relajación, aunque no es imprescindible. La música debe ser elegida por el niño o la niña. Si elegimos una música que no le gusta podremos crea el efecto contrario al que deseamos. Lo que sí es imprescindible es que haya, sobre todo al principio calma y tranquilidad.

Al finalizar el ejercicio, si no se encuentra muy cansado, podemos concluir la sesión de relajación con algunos ejercicios de respiración y visualización de imágenes que le resulten agradables. La visualización y la respiración son otra técnica de relajación que, o bien complementa a la técnica Koeppen, o se realiza de forma independiente.

Para terminar la relajación el niño o la niña siempre deberá abrir lentamente los ojos y permanecer medio minuto aproximadamente tumbado sin moverse. El cambio de estado, y más si se encontraba muy nervioso, puede producir mareos o hacer que se encuentre extraño/a.

7. ¿Cada cuánto ha de practicarse? La frecuencia dependerá del grado de ansiedad. Podríamos practicar todas las veces que fuera necesario. Sin embaro y para que sea efectivo el entrenamiento deberá llevarse a cabo al menos una vez al día. Es fundamental la constancia al realizarlo para que aprenda a hacerlo solo/a siempre que lo necesite. Se recomienda practicar antes de acostarse.

8. ¿Cuando está contraindicada? La técnica de Koeppen está contraindicada en niños con enfermedades neuromusculares. En este caso se debería optarse por la práctica de la relajación através de la respiración y la visualización de situaciones relajantes.

PUEDES DESCARGARTE AQUÍ LAS INSTRUCCIONES PARA REALIZAR LA TÉCNICA DE RELAJACIÓN MUSCULAR DE KOEPPEN.